miércoles, 20 de enero de 2016

ECOSISTEMAS Y CLIMAS

ECOSISTEMAS 
Bolivia es considerada por varios especialistas como un país de ecosistemas diversos que guardan los hábitats naturales de miles de especies animales, plantas y microorganismos que viven en 22 áreas protegidas, con parques nacionales y reservas naturales.
Los santuarios y parques, los monumentos naturales, las reservas de vida silvestre, las áreas naturales de manejo integrado se extienden en más de 20 millones de hectáreas con un potencial tan diverso en recursos naturales.
El ecologísta Marco Octavio Ribera, en su texto "Estado Ambiental de Bolivia", asegura que las áreas protegidas son espacios naturales y culturales de interés nacional debido a que reportan importantes beneficios a las poblaciones locales y regionales que no han sido todavía evaluados de manera formal.
"Son reservorios de ingentes (inmensos) recursos biológicos estratégicos, muchos de los cuales probablemente no tienen uso o utilidad actual, pero que en el mediano o largo plazo pueden ser de enorme relevancia, dada su potencialidad", dijo el experto.
El difícil acceso a las áreas protegidas de Bolivia, implica que esas extensas superficies están cubiertas por ecosistemas en buen estado de conservación, explicó por su parte el experto ecologísta Mario Barrero.
Un ejemplo de la riqueza ecológica es que los defensores de la naturaleza pregonan la existencia de más especies de aves (620) en el Parque Nacional "Noel Kempff Mercado", que en todo el continente americano.
En el Parque Nacional Madidi existe la misma cantidad de especies de aves que en toda la Amazonia sudamericana.
Las 22 áreas protegidas poseen en sus ecorregiones especies de mamíferos, anfibios, plantas y microorganismos, muchas de ellas únicas.
El Convenio sobre Diversidad Biológica fue ratificado por 180 países, según la Estrategia Nacional de Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad elaborada en 2001.
El documento internacional plantea la idea de que los países en desarrollo, poseedores de la mayor riqueza biológica del planeta, pueden utilizar ésta como una ventaja competitiva para insertarse en el mercado internacional y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Muchas áreas protegidas sufren sin embargo la presión de la población creciente, cuya prosperidad económica se ha deteriorado como consecuencia del mal manejo de recursos.
Esta realidad fue advertida por los expertos Marco Octavio Rivera y Máximo Libermann en 2006 en "El Uso de la tierra y los recursos de la biodiversidad en las áreas protegidas de Bolivia", un estudio sobre esta problemática.
Los indígenas que habitan dentro de estas "ecorregiones" pueden aportar al manejo sostenido para la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas.
RIQUEZA INCALCULABLE
La riqueza existente en los millones de ecosistemas es incalculable. Existen especies de animales y plantas que aún no han sido clasificadas.
El nuevo texto constitucional del Estado Plurinacional en Bolivia establece que las áreas protegidas constituyen un bien común y son el patrimonio natural y cultural del país. 
BIODIVERSIDAD
El Parque Nacional Madidi cuenta con 1.080 especies de aves, la misma cantidad registrada en toda la Amazonia sudamericana.
En el territorio nacional habitan 325 especies de mamíferos, 15 de los cuales son únicos de Bolivia.
El país está entre las ocho naciones con mayor diversidad de reptiles, con 263 especies registradas.
Existen 186 especies de anfibios que colocan al país entre las 200 naciones con mayor número de éstas.
Alrededor de 18.000 plantas superiores germinan en las áreas protegidas de las que 5.000 son exclusivas de la región.
Los pueblos indígenas u originarios que habitan en las 22 áreas protegidas son aymaras, quechuas, moxeños, chimanes, yuracarés, chiquitanos, mosetenes, ayoreos, tacanas, lecos, guaraníes y weenhayeks, entre otros.
Las 22 áreas protegidas son Sajama, Tunari, Isiboro Sécure, Noel Kempff Mercado, Torotoro, Carrasco, Eduardo Avaroa, Manuripi, Tariquía, Cordillera de Sama, Apolobamba, Estación Biológica del Beni, Pilón Lajas, El palmar, San Matías, Amboró, Cotapata, Madidi, Kaa-iya del Gran Chaco, Otuquis, Aguaragüe y las cerranías del Iñao. 
Bolivia cuenta con 12 ecoregiones (con varias subecoregiones) y miles de ecosistemas. Algunos de estos ecosistemas son de particular valor e importancia para la conservación por ser centros de diversidad biológica, endemismo y por su condición o grado de amenaza.
Entre estos ecosistemas por ejemplo se encuentran los bosques húmedos de la Amazonia y los bosques andinos.
De acuerdo a estudios e inventarios aún incompletos, en el país se registraron hasta el momento alrededor de 14.000 especies de plantas nativas con semillas (sin incluir helechos, musgos, algas), pero se estima que tiene más de 20.000 especies. Además, se conocen más de 1.200 especies de helechos y más de 1.500 especies de hepáticas o musgos. Aunque el inventario de los hongos es muy preliminar, ya se conocen aproximadamente 800 especies.
En Bolivia se han registrado 356 especies de mamíferos, aproximadamente 1.400 especies de aves, 203 especies de anfibios, 266 especies de reptiles y alrededor de 600 especies de peces
Se conocen por lo menos 100 especies endémicas de vertebrados.
Probablemente, un 20-25% de las plantas vasculares (aproximadamente 4.000-5.000 spp.) podría ser restringido al país, lo que implica una especial responsabilidad para Bolivia.
El endemismo de plantas y animales se concentra en pocas ecoregiones relacionadas con los Andes: Yungas, Bosques Secos Interandinos y Faja Subandina.
Dada esta riqueza, en el contexto internacional, Bolivia es considerado un país "megadiverso".
Se encuentra entre los diez países con mayor riqueza de especies de vertebrados.
Posiblemente ocupa el cuarto lugar mundial entre los países con mayor riqueza de mariposas.
Está también entre los diez primeros con mayor diversidad de aves y mamíferos, entre los once con mayor diversidad de peces de agua dulce y entre los trece con mayor riqueza de especies de anfibios y escarabajos tigre.
Por otra parte, se conocen alrededor de 50 especies nativas domesticadas y alrededor de 3.000 especies de plantas medicinales utilizados a nivel local o regional. Bolivia es el centro de origen de especies importantes como los ajíes, locotos, pimentones, papas, maníes, frijoles, yuca y variedad de palmeras.
Esta amplia gama de recursos biológicos únicos en el mundo, se encuentra actualmente amenazada y en riesgo de desaparecer por factores derivados de la presión demográfica originada por la destrucción de hábitats, a consecuencia de la deforestación, quema, contaminación y uso de la biodiversidad por encima de su capacidad productiva.
La extracción selectiva de especies, la cacería ilegal, así como la pérdida de variabilidad genética a nivel de la agrobiodiversidad debida al reemplazo de las variedades locales por especies introducidas, son a su vez otros factores determinantes de esta crisis. Las zonas de la cuenca amazónica son ricas en especies, tienen alta resiliencia, son dinámicas y se caracterizan por tener especies de amplia distribución.
En cambio, algunas zonas andinas cuentan con especies de distribución restringida, coincidiendo parcialmente con áreas de alta presión humana, especialmente zonas de transición en las partes altas de los valles centrales.
Las ecoregiones que, durante la historia, han sufrido mayores impactos son la Puna, y los Bosques Secos Interandinos.
Por su importancia biogeográfica, fragilidad y potencialidades son prioritarios para la conservación los ecosistemas más intactos, especialmente de grandes extensiones, como los bosques de tierras bajas y de las vertientes nor orientales, los ecosistemas intactos y grandes relacionados con procesos hidroclimáticos como los bosques húmedos de Yungas y sudoeste de la Amazonía, los centros de riqueza de especies y de endemismo, como los Yungas, Bosques Amazónicos Subandinos y Bosques Secos Interandinos, centros de diversidad de parientes silvestres de especies económicas y los corredores biológicos.
Si bien es más importante identificar prioridades a nivel de ecoregiones y ecosistemas, para detectar aquellas amenazas que afectan un mayor número de recursos, es también necesario considerar especies amenazadas particulares.
Actualmente existen cientos de especies de flora fauna en distintas categorías de amenaza, aunque los especialistas aún no han llegado a un consenso en este tema. Asimismo, muchos "parientes" silvestres de especies domesticadas están en situación incierta en cuanto a su estado de conservación.
Finalmente, la situación de las áreas clave para la conservación de los recursos genéticos in situ, es poco conocida y no considerada en políticas y normas. El instrumento de conservación in situ más importante actualmente, es el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), cuyo objetivo central es la conservación estratégica de muestras representativas de los componentes de la biodiversidad, tanto en cantidad (superficie) como en calidad (estado de conservación).
Existen docenas de áreas protegidas, parcialmente creadas de manera formal y legal,y parcialmente tienen un estatus incierto. 21 áreas conforman el SNAP, 17 de las cuales se encuentran en gestión y están vinculadas con más de 60 municipios.
Estas áreas protegidas estatales ocupan un total de más de 175.000 km2, equivalente al 17 % de la superficie territorial del país. Existen ecosistemas bien representados en el SNAP, como por ejemplo los bosques montanos húmeods de los Yungas, los bosques húmedos de la Faja Subandina o los ecosistemas del Chaco. Sin embargo, aún existen ecosistemas ausentes en el SNAP que requieren de una protección especial.
Muchas áreas protegidas fueron creadas de manera arbitraria y no guardan valores biológicos relevantes, por lo que deben ser recategorizadas o desafectadas. Por otro lado, muchas áreas importantes para la conservación, que guardan biodiversidad de distribución relictual localmente agregada y con altos niveles de endemismo, se encuentran adyacentes a zonas densamente pobladas, con alta presión antrópica y fuera de las áreas protegidas.
Pese al notable esfuerzo de conservación de amplios ecosistemas de interés nacional, todavía no se ha enriquecido el SNAP con áreas de importancia departamental y municipal.
Es así que, existe la necesidad de desarrollar mecanismos alternativos que permitan la protección de áreas de interés locales dentro y fuera del SNAP.
Si bien existe un régimen especial de áreas protegidas, actualmente su estructura es débil aún en relación a otros elementos de conservación y manejo de recursos naturales.
Apenas se han tomado en cuenta factores como el rescate y conservación de conocimientos tradicionales sobre de manejo de recursos naturales, el uso de tecnologías agropecuarias adecuadas y las condiciones de pobreza de las poblaciones locales, que ejercen mayor presión sobre estos recursos, a fin de satisfacer sus necesidades básicas.
Es así que se ha identificado que los municipios más importantes de las 14 principales áreas protegidas presentan una tasa de crecimiento poblacional mayor a la tasa de crecimiento nacional y muy por encima de la tasa de crecimiento en zonas rurales.
Un componente estratégico importante de las áreas protegidas es su potencial para la prestación de servicios ambientales y el uso sostenible de recursos de biodiversidad, en el marco de su categorización y zonificación.
Para ello es importante fortalecer los mecanismos de participación social, como los comités de gestión, que actualmente funcionan con algunas limitaciones y deficiencias. Otro de los factores que limitan el uso adecuado de los recursos de la biodiversidad se refiere a los instrumentos de conservación que no están suficientemente articulados a los Planes de Ordenamiento Territorial y al Sistema Nacional de Planificación en general.
Este problema no permite orientar la planificación estratégica y sectorial con base al tipo de uso potencial y recomendado de la tierra y el establecimiento de normas para el adecuado aprovechamiento de los recursos naturales.
Se requiere de una planificación del uso de la tierra nacional, departamental, municipal y comunal que contemple la adecuada conservación de la biodiversidad.
Por otro lado, los bancos de germoplasma, creados con el objeto de salvaguardar las especies de origen y domesticación originarias de Bolivia, que se encuentran más susceptibles de sufrir erosión genética y de complementar las acciones de conservación in situ, presentan problemas ligados a la falta de definición legal de derechos de las entidades sobre los recursos genéticos, la falta de recursos económicos suficientes para asegurar su conservación a largo plazo y la dependencia de los recursos externos necesarios para su mantenimiento.
Las colecciones de fauna y herbarios, los principales responsables del inventario de la biodiversidad nacional, también tienen problemas de gestión ligados especialmente con la falta de infraestructura, personal capacitado y ausencia de políticas de financiamiento sostenibles.


CLIMA

El clima de Bolivia es templado, con grandes variaciones según la región y su altitud. Presenta grandes contrastes entre el día (altas temperaturas) y la noche (cuando los termómetros bajan bruscamente), especialmente en las zonas montañosas. La estación de lluvias abarca de noviembre a marzo.El clima de La Paz puede resultar desagradable para algunos extranjeros recién llegados, ya que su elevada altitud - a la que los nativos están acostumbrados- les provoca dificultades para respirar
Aunque todo el país se sitúa en la misma latitud, en el Trópico de Cáncer existe toda una variedad de climas que varían según la altura, que es el baremo por el que se regula el clima. A mayor altura la temperatura baja y a menor altura ésta sube. La media de descenso de temperatura cada 100 m de altitud es de 0,55ºC.
La región Andina, con una altitud de más de 3.000 msnm, posee una fl uctuación de temperaturas de entre 5º y 10ºC, las más bajas del país, principalmente en el departamento de Oruro y parte de los departamentos de La Paz y Potosí.
La región Subandina, al ser una región intermedia, tiene una altitud entre 1.500 y 1.300 msnm, y su temperatura media fluctúa entre 15º y 25ºC (parte de los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, Tarija, La Paz, Santa Cruz y Potosí).
Por último, la zona de los llanos, caracterizada por ser la zona tropical de Bolivia, con altitudes entre 200 y 800 msnm, tiene una temperatura media anual entre 22 y 25ºC.
Al situarse Bolivia en el hemisferio sur, las estaciones del año son inversas a las del hemisferio norte. La época de lluvias normalmente coincide con el verano (de diciembre a marzo), salvo en la región de los Llanos amazónicos y en la cuenca de La Plata donde se registran precipitaciones todo en año.
Bolivia es un país donde se encuentran todos los climas desde el tropical en los llanos, hasta el polar en las altas cordilleras. Además de la variabilidad espacial de las condiciones climatológicas, muchos lugares del país presentan climas irregulares a lo largo del año o variaciones grandes e imprevisibles. Las condiciones climáticas de Bolivia están determinadas por una combinación de factores entre los cuales los más importantes son la posición geoastronómica, la latitud, su ubicación en los trópicos, la altitud, la variedad de relieves que presenta la Cordillera de los Andes, la existencia de zonas planas, la circulación de los vientos alisios, los surazos y el fenómeno El Niño. Estos factores modifican la temperatura, la precipitación, la humedad, el viento, la presión atmosférica, la evaporación, y la evapotranspiración, dando lugar a climas diferentes en todo el ámbito nacional.
Bolivia posee un extenso territorio, lo cual hace que el país tenga una amplia variedad climática. En las tierras altas el clima es frío y seco, pero por lo general sano. En las regiones bajas el clima es templado. El promedio anual de temperaturas fluctúa desde los 8,3 grados C en el altiplano, a los 26,1 en los llanos orientales.
Las zonas climatológicas se dividen en: llanos, ubicados en la parte oriental, casi a nivel del mar, con una temperatura promedio de 25º C; valles o zonas templadas, localizadas en el centro del país con alturas que oscilan entre 1.000 a 3.000 metros sobre el nivel del mar (msnm) y con una temperatura promedio de 15º C; y el altiplano, situado al oeste del país, con una altitud promedio de 3.500 msnm y con una temperatura promedio de 10º C, pudiendo aumentar la temperatura durante el día.
En general, el clima de Bolivia se caracteriza por las dos estaciones anuales. Se distingue entre la temporada seca y la temporada húmeda (tiempo de lluvia), que corresponden al invierno del sur y el verano del sur y duran aproximadamente 6 meses.
Generalmente la época calurosa y húmeda dura desde noviembre hasta mayo, la temporada fresca y más seca, de junio a octubre; a veces hay cambios y algunos años el verano del sur recién empieza en diciembre. En estos meses, que reciben vientos calientes y húmedos del norte, la temperatura promedia está más o menos en 27º C.
Con una humedad constante del 95 % el bochorno es muy notorio y cansador, cuando a veces ni siquiera de noche refresca.
En el invierno del sur la temperatura promedia está en 24º C. Los extremos pueden ser importantes: A medio día la temperatura puede alcanzar 37 º C, mientras que en la noche baja a menos de 20º C.
Factores del Clima
Son dos los factores más poderosos en la climatología boliviana: la altitud y la altura. Por la altitud Bolivia debería tener uniformemente un clima tropical tal como se presenta en el Oriente del país, pero la altura hace que se presenten grandes modificaciones climáticas y así tenemos un clima tropical en los llanos, y templado o seco en el Altiplano y en la Prepuna.
En el Altiplano la irradiación solar es directa, no hay calor difuso, por eso fuera de la insolación directa las temperaturas se mantienen bajas. Esto hace que haya fuerte oscilación entre las temperaturas diurnas y nocturnas, oscilaciones que pueden ser mucho mayores que las oscilaciones entre invierno y verano. Así, por ejemplo, en Uyuni se han registrado oscilaciones del orden de los 59° en un día: 35° a mediodía y -24° al alba.
Las precipitaciones se producen en Bolivia en verano, generalmente entre noviembre y marzo. En el Altiplano el promedio general de precipitaciones es de menos de 600 mm., aunque en su ángulo sudoeste tiene precipitaciones inferiores a los 150 mm. anuales, lo cual explica la presencia de salares y suelos salitrosos con una vegetación y fauna que paulatinamente se va transformando en esteparia y desértica. En el sector norte de las llanuras orientales la precipitación es mucho mayor, alcanzando su culminación el la región del Chapare con mas de 2.000 mm. anuales.
La zona de las llanuras orientales de Bolivia por su escasa altura es la zona de conflicto entre las masas de aire ecuatorial, provenientes del norte y del este, las masas de aire austral provenientes de la Patagonia y del Pacífico sur. La zona limítrofe y de choque de ambas masas se encuentra en Santa Cruz.
Un fenómeno del invierno del sur son los Surazos, vientos fríos del sur, que llegan de las pampas argentinas y alcanzan la cuenca amazónica boliviana. Estos vientos llegan de repente y en pocas horas pueden bajar la temperatura hasta 10º C y menos. A veces son vientos secos (sur seco), pero por lo general vienen acompañados por lluvia y fuertes tormentas. Cuando llega el surazo y dura algunos días, cesa todo actividad en las poblaciones. Los Surazos pueden alcanzar hasta Trinidad. A la Puna y Prepuna rara vez suben los vientos australes; lo usual es que asciendan a ella masas de aire del este, y del norte portadores de humedad en el verano, y vientos del oeste, secos en el invierno.
Regiones climáticas
De acuerdo a la clasificación de Koeppen podemos distinguir en Bolivia las siguientes regiones climáticas: clima tropical, clima templado, clima estepario y clima nevado.

1.- Zona de clima tropical.- (A)

Sin invierno, con temperaturas superiores a 18° C. todos los meses. Ocupa toda la región norte y Oriental de Bolivia desde la fosa chiquitana. Distinguimos en ella una región de clima Af y otra de clima Aw.
Zona Af. Con lluvia todo el año).
Corresponde a la Amazonía Boliviana extendida por los departamentos de Pando, norte del Brasil y norte de La Paz.
Zona Aw (con lluvia de verano).
Ocupa los departamentos de Beni y Santa Cruz y las regiones subandinas de Chuquisaca y Tarija.

2.- Zona de Clima Templado.- (C)

La temperatura media del mes más frío oscila entre 18° y 3° C. ocupa en Bolivia todo el norte y centro Oriente del Altiplano y toda la Prepuna. Se caracteriza por presentar lluvias en verano, en consecuencia es clima Cw.

3.- Zona de Clima Estepario.- (Bs)

Predomina la sequedad, la temperatura es variable. En Bolivia encontramos este clima en el ángulo sudoeste del altiplano y en la región del Chaco boreal.

4.- Zona de Clima Nevado de Montaña.- (Eb')

Corresponde a las cumbres de las Cordilleras Occidental y Oriental de los Andes, regiones de nieve perenne. En Bolivia solo hay una estación meteorológica en alta montaña y corresponde a Chacaltaya.

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